Algo debe cambiar; es necesario; después del atropello del psoe a nuestra constitución, creia que no iba a haber en esta legislatura tiempo de un mayor atropello; me equivocaba.
En las últimas elecciones municipales miles de madrileños votaron a Doña Esperanza, la que obró el milagro del oasis de Yebes, y tiene en agenda la privatización (o amiguización) del agua y la sanidad públicas.
A fin de cuentas el último bastión esperanzador para próximas generaciones, la educación pública, es también negocio.
Pero ¿en manos de quien estamos?; las más delirantes mentiras son verdad para ellos, Rajoy, Rubalcaba, ..., me da igual.
A pesar de la manipulación, para el 20-N tenemos que ser capacez de luchar con sus armas, enviar un mensaje claro a la ciudadania, y trasladar de una vez este cambio social al mundo político; es imprescindible.
