Los medios de masas siguen con su labor de desinformación, mientras nos devuelven al camino de 'su realidad' con una abalancha de noticias sobre nuestras 'opciones políticas':
El candidato del PSOE promete y vuelve a prometer; no pretende nuevos adeptos, solo frenar las deserciones entre sus incondicionales; mientras incumplir una promesa en política salga tan barato...
El PP mantiene la distancia con los indignados, sabiendo que ahora solo tiene que guardar silencio y esperar su pronto turno de pernada.
Mientras tanto banca (Bankia amplia capital) y gran empresa (Telefónica aprueba su enesimo ERE) siguen adelante con sus planes, como sin con ellos nunca hubiera ido la cosa; yo nunca vote para elegir a la nueva directora del FMI, ni a las tan traidas agencias de calificación; se nos quiere convencer de que con estas mismas herramientas podremos salir de la crisis.
El problema real es que la crisis es más de valores que económica, y que la vida politica es terreno abonado para la corrupción sin control; luego ya se encargará alguien de maquillar la ignominia con un poco de legalidad y punto.

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