Los partidos políticos mayoritarios parecen usar una estrategia bien planificada, consienten en sus filas la mediocridad y hasta el delito, y así consiguen desmotivar al electorado; ese aumento de la abstención o incluso del voto en blanco les favorece, de forma que habrá alcaldes investidos con porcentajes mínimos de representación social; pero algo no tuvieron en cuenta:
En San Sebastian no llegarón a ser 15 de cada 100 ciudadanos los que votaron a bildu, llegando a ser 20 de cada 100 en la provincia; y este 'fallo' del sistema electoral permitirá cientos de alcaldias y una diputación para ellos.
Sin embargo y a pesar de la rabieta del partido en la oposición (que en su día, con mayoria, podía haber legislado al respecto), lo cierto es que ninguno de los dos partidos reconoce su error, 'de motu propio' no modificaran una ley electoral que tanto les favorece; el 80 % de vascos que en guipúzcoa no votaron a los extremistas serán clasificados como daños colaterales.
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